Acerca de Balvina


Suena la caja de Balvina y el canto amanece. Balvina Ramos es la copla y como ella misma afirma, reconociendo su esencia y hasta su razón de ser, es la copla hecha mujer. Que otra cosa puede ser la copla, sino mujer. 
Y en la voz de Balvina aparece toda la magia de la puna, todo su encanto, su misterio, su noche profunda y su sol incandescente. Una mujer hecha canto y un canto hecho mujer. 
En las coplas de Balvina, esa pastorcita de Bacoya que contaba las estrellas para no sentirse tan sola en el medio de un cerro desolado. En las coplas de Balvina, esa joven que conquistó Salta con su voz. En las coplas de Balvina, esa mujer que tuvo el reconocimiento de una Europa ávida del canto ancestral de los primeros habitantes de nuestras tierras. En las coplas de Balvina, en la caja de Balvina, el sentimiento de un pueblo que no se dio por vencido, que no tiene por qué sentirse vencido, mientras alguien cante –y les cante- como ella. 
Corazón de Copla, hecho a puro esfuerzo y a pulmón, con el coraje de los que no tienen grandes sellos que los sustenten, pero con las puras ganas de los que saben que tienen mucho que decir y muchos que querrán escucharlos, es un trabajo especialísimo. Porque está hecho con el rigor de los verdaderos profesionales. Y el entusiasmo y la vocación de los que cantan porque quieren cantar. Porque es su mejor forma de expresarse. Porque saben, además que los quieren escuchar. 
Y eso es lo que pasa con todos los trabajos de Balvina Ramos: los que amamos el canto de la puna, los esperamos. Los deseamos. Los vivimos. Los gozamos. 
Porque sabemos que la voz de Balvina nos llevará lejos. En la geografía y en el tiempo. Cerro arriba y hacia la luna, mujer de nuestros tiempos y mujer de tiempos inmemoriales. Voz que se afirma en el silencio y que inventa sonidos para transportarnos. 
Eso y mucho más es la Balvina Ramos, mujer hecha copla. Copla hecha mujer.




Por Susy Scandali